El diferencial trasero controla el par de ruedas traseras para que puedan girar a diferentes velocidades, lo que permite que su vehículo se desplace suavemente y mantenga la tracción en la carretera. Si tiene un vehículo de tracción trasera, tiene un diferencial trasero. Los vehículos de tracción delantera tienen un diferencial que se encuentra en la parte delantera del vehículo. El diferencial trasero está ubicado en la parte trasera del vehículo debajo del automóvil. En este tipo de vehículos, el eje de transmisión acopla el diferencial a través de una corona y un piñón que está montado en el portador de la cadena planetaria que forma el diferencial. Este engranaje es lo que ayuda a cambiar la dirección de rotación de la transmisión y la junta es lo que sella el aceite.
La junta del diferencial trasero requiere lubricación para mantener la pieza funcionando sin problemas. La lubricación proviene del aceite del diferencial / engranaje. Cada vez que reemplaza el líquido o se cambia, la junta del diferencial trasero también se cambia para garantizar que esté sellada correctamente. El aceite en el diferencial debe cambiarse cada 30.000 a 50.000 millas, a menos que el manual del propietario indique lo contrario.
Con el tiempo, la junta puede dañarse si se rompe y se acaba el aceite. Si esto sucede, el diferencial podría dañarse y el vehículo no podrá funcionar hasta que se repare el diferencial. Si mantiene la junta del diferencial trasero mantenida y lubricada, hay menos posibilidades de que se dañe el diferencial. Sin embargo, si sospecha que hay un problema con la junta, un mecánico profesional puede diagnosticar y reemplazar la junta del diferencial trasero de su vehículo.
Dado que la junta del diferencial trasero puede romperse o tener fugas con el tiempo, es importante conocer los síntomas para que pueda estar al tanto del mantenimiento. De esta manera, es más una reparación sencilla que una extensa como reemplazar todo su diferencial.
Las señales de que es necesario reemplazar la junta del diferencial trasero incluyen:
- Hay una fuga de líquido debajo del diferencial trasero que parece aceite de motor pero huele diferente
- Ruido de chirrido cuando dobla las esquinas porque el líquido es bajo
- Vibraciones durante la conducción debido a una fuga de líquido.
Asegúrese de que la junta del diferencial trasero tenga el mantenimiento adecuado para mantener su vehículo en buenas condiciones de funcionamiento.